Las instituciones educativas pretenden optimizar los entornos de aprendizaje y potenciar los resultados. Las normas ISO les ayudan a satisfacer las expectativas de las partes interesadas y a garantizar la calidad, eficiencia y eficacia de los servicios de aprendizaje. Los marcos de evaluación normalizados permiten al alumnado sacar el máximo partido de sus logros. Los proveedores que adoptan estas normas saben cómo preparar al alumnado de forma eficaz para los desafíos del mundo moderno.